Meditaciones por Marco Aurelio - reseña crítica

En este libro aprenderás las tres lecciones más importantes del emperador griego Marco Aurelio. La primera consiste en admitir que no todo tiene siempre un motivo. La segunda es que debemos aprovechar cada momento de nuestra vida. Y, por último, que tú mismo provocas tu propio sufrimiento.

Dentro de apenas 12 minutos, sabrás cómo decidir sobre tu destino. ¿Empezamos?

El orden del universo

Existieron diversas escuelas filosóficas durante la antigüedad. Estas estudiaban diferentes temas, desde la naturaleza hasta las reacciones humanas. Sin embargo, un aspecto central de sus enseñanzas fue el concepto de “Logos”.

Esta palabra, que puede ser traducida como “razón”, fue aplicada por filósofos famosos como Heráclito y Aristóteles. También tenía importancia central para el autor Marco Aurelio. Para este último, el Logos está presente en todo. Y no solo le da forma a las cosas que conocemos, sino que también les brinda orden.

Eso significa que el Logos determina cuál es la posición de las personas en la sociedad. Así, este concepto encierra la existencia inmutable de la vida y el plan fundamental para todos los eventos que engloban al mundo entero. Por lo tanto, constituye la manera ideal de ordenarlo.

En realidad, el Logos está trabajando perpetuamente para mover el universo en la mejor dirección. Incluso cuando Marco pasó por periodos difíciles en su vida, mantuvo su fe en que todo lo que sucedía era lo correcto.

El propósito del humano en el universo

A pesar de ser el emperador de Roma, Marco Aurelio se preocupaba por entender quién era él y cuál era su propósito en el mundo. Luchaba para cumplir con su papel político, aunque ese cargo limitaba la vida filosófica que quería tener.

Era una persona común, que intentó hacer lo correcto en su vida hasta el día de su muerte. Fue el líder de uno de los imperios más poderosos de la historia e insistía en su papel como ciudadano del mundo y su cargo de emperador.

Marco veía al ser humano como una criatura social que necesitaba participar en una comunidad para cumplir con su papel designado. Tratar de luchar contra el destino o separarse de los demás, era negar la humanidad. La negación de la naturaleza racional, pensaba, era un pecado contra los dioses y contra el propio yo del ser humano.

La muerte es una función necesaria de la naturaleza

Antiguamente, la muerte era un hecho constante en la vida. Las tasas de mortalidad infantil eran muy altas y el promedio de la expectativa de vida, muy bajo. Y, como otras cosas desagradables de la vida, Marco Aurelio veía la muerte como una preocupación práctica.

La muerte es parte de la naturaleza humana. Por lo tanto, la muerte solo llega exactamente cuando el Logos necesita que llegue. A fin de cuentas, como el Logos tiene un plan, no tiene sentido tener miedo a las cosas que podrían matarte. 

Además, sabía que hasta las mejores personas mueren. Cuando el autor se sintió oprimido por la muerte, como cuando perdió a su esposa, se acordó de que todo el mundo muere eventualmente. 

Ya seas un gran emperador, un filósofo, o un valiente gladiador, necesitas aceptar tu mortalidad. No puedes tener miedo de ella. Marco Aurelio no era un sentimental sobre el valor de la vida humana o sobre las relaciones y experiencias de vida.

Entendía que las mismas cosas suceden en todas las generaciones, y que no debemos darle valor a las cosas frágiles y pasajeras.

La libertad de la mente

Marco se preocupaba mucho por la libertad personal y la independencia. En su libro, no habla de una sociedad democrática, sino de cuestiones relacionadas con la libertad de la mente. Creía que la verdadera libertad solo puede alcanzarse si te aíslas en tu mente.

Además, para lograrlo tienes que separarte completamente de los deseos y preocupaciones del mundo exterior.

El emperador creía en la libertad personal, pero dentro de una jerarquía. Afirmaba que los seres inferiores debían servir y obedecer a los seres de niveles más elevados. Intentaba demostrar sus valores y dejar de lado los deseos y comportamientos terrenales. Buscaba alcanzar un estado de indiferencia e independencia.

El objetivo del autor al escribir este libro era definir un camino de libertad y autosuficiencia. A pesar de ser el emperador de Roma, luchaba con las mismas cuestiones que todos los seres humanos: el deseo de tener una buena reputación, de tener éxito y tranquilidad.

Necesitaba recordar constantemente que esos deseos perturban la mente. Ésta solo quiere ser independiente y feliz en su propio mundo. Trabajaba duro para proteger su libertad interior frente a las preocupaciones terrenales.

También estaba dispuesto a ser humilde y aprender con gente más sabia. Era un buen alumno. Además, sabía que podía escoger cambiar su camino y corregir sus errores.

En el texto, expone que la libertad y la independencia deben estar por encima de todo. Los seres humanos fueron creados en la cima de la jerarquía terrenal y son las criaturas más semejantes a los dioses en la tierra. Y, si eso es verdad, necesitas aprovechar este privilegio y comportarte de forma apropiada.

Por otro lado, Marco Aurelio afirmaba que la libertad no siempre es buena. Los hombres necesitan recordar que existen reglas que deben ser cumplidas si quieren ser libres.

El mal es la oposición al bien

De acuerdo con el autor, el bien es lo correcto, lo que es parte de tu naturaleza; y el mal es lo opuesto al bien. Todas las cosas son meramente un subproducto del orden en el universo. El mal es la interpretación incorrecta de las cosas que suceden, o la realización de cosas contra tu naturaleza.

El autor creía que una persona que comete un error no es diferente de una que hace lo correcto. Todas las personas son esencialmente las mismas. Todos cometemos pecados y nos equivocamos.

Al aplicar sus principios filosóficos, Marco jamás se enfadaba con las personas que se equivocaban. Su mente estaba aislada del mundo exterior y no se ofendía por las actitudes de otro ser humano.

El objetivo del autor con su filosofía era observar las cosas de la forma que eran, para aprender a valorarlas de acuerdo con su naturaleza. También intentaba ver la vida con una mirada desinteresada, sin juzgar, manteniendo su mente pura.

Creía que necesitamos aceptar las malas situaciones del mundo como cosas normales que suceden. Todo tiene un propósito en el universo. En el libro, el autor habla mucho sobre los errores que cometemos, y sobre la respuesta que debemos tener frente a ellos

Creía que debemos tener empatía con las personas que se equivocan con nosotros. Necesitas entender la fuente de ignorancia de la otra persona y tratar de remediar la situación. Y como emperador, Marco creía en la rehabilitación, y no en la venganza.

Aurelio también pensaba que el dolor puede ser aún peor si el hombre cree que tiene un motivo —un castigo, por ejemplo—. Pero él afirmaba que el dolor en sí no tiene el poder de causar daño. Si la persona logra que su dolor no vaya más allá de su cuerpo, la mente permanecerá libre y pura. Según esta creencia, el mal en sí mismo no existe.

Aprovecha el momento

Cualquiera puede morir en cualquier momento, sea de un ataque cardíaco, un accidente de automóvil o de vejez. Y, como no sabes cuándo te va a llegar el momento, es importante que siempre seas tu mejor versión.

Perturbarte con las cosas que necesitas hacer solo te quitará el tiempo que podrías gastar viviendo. Nadie debe desperdiciar sus días reclamando sobre la dificultad de la vida.

Por ejemplo, aunque al autor no le gustaban los tribunales, siempre se dirigía hacia ellos con alegría. Creía que no debía gastar un momento de su vida quejándose de sus responsabilidades. A fin de cuentas, si el Logos necesitaba que gastase un día en el tribunal, él debería hacerlo.

Pero más allá de eso, como nuestro tiempo en la tierra es limitado, es esencial usarlo lo mejor posible. Por ejemplo, en vez de quedarse en la cama hasta el mediodía, el autor siempre trató de ser más productivo.

La mente calma y analítica

El autor era un devoto seguidor de la filosofía estoica. Esta escuela valoraba la razón y la percepción lógica del mundo sobre todas las cosas. Consideraba que una mente calmada y analítica es mejor que una mente dominada por los deseos y los sentimientos.

Este enfoque tiene sentido, ya que el Logos representa principalmente el gobierno a través del orden y la razón. El Logos es un sistema en el cual todo lo que sucede debería suceder, por lo tanto, todo está bien.

Por ejemplo, si tu casa se quema, podrías ver la situación como un desastre porque todas tus pertenencias se perdieron, o podrías ver el acto como algo benéfico, ya que sería probable que recibas el dinero de tu seguro. Básicamente, la esencia de cualquier evento depende de cómo lo percibes.

Entonces, si aceptas la premisa de que el Logos tiene buenos motivos para todo lo que ocurre, podrás verlo todo de forma más clara. Así, aceptarás cualquier problema porque sabrás que es necesario para el bien mayor. 

Tal vez el incendio de tu casa te obligue a mudarte a un barrio nuevo. Esto puede hacer que conozcas al amor de tu vida. O puedes usar el dinero del seguro para hacer un cambio radical en tu vida y realizar un viaje por el mundo. Aprovecha las oportunidades.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las emociones de los seres humanos son una amenaza para la razón. Es fácil crear problemas en tu mente. Por ejemplo, puedes estar obsesionado con la idea de que no tienes suerte, o tomar decisiones basadas en deseos carnales. Estos problemas no te dejarán ver la verdad real del Logos.

Por esto, el autor odiaba dejarse llevar por emociones como la venganza, el odio, la lujuria o la pasión. Mantener la mente calmada y moderada es esencial para que puedas gobernar con eficacia.

Entonces, siempre que se sentía sobrecargado, Marco meditaba sobre el papel del Logos a largo plazo. Haciendo eso, lograba recordar su papel en el universo y encontraba su calma.

La responsabilidad de las decisiones

La Antigua Roma estaba llena de peligros, en especial para un emperador. Constantemente, personas poderosas eran víctimas de torturas, envenenamientos y lesiones en combate. En ocasiones, sus seres amados eran asesinados por sus enemigos.

El autor lidió con el dolor causado por todo este sufrimiento. Mantenía la creencia de que sentir el dolor físico forma parte del bien mayor que es el Logos. Su plan para el universo exige que la gente sufra. Es el orden natural de las cosas.

Marco incluso perdió a muchos de sus 13 hijos cuando eran apenas niños, y su esposa también murió muy joven. Pero recordando que todas las cosas suceden por una buena razón, el autor fue capaz de afrontar con resignación esta dificultad. A fin de cuentas, el Logos es sensato y cualquier cosa que sucede es un bien necesario. Rechazar ese destino no es natural.

Como el Logos es parte de todos los seres humanos, la única cosa que la gente puede hacer es aceptar su plan y seguir la vida sin reclamar.

Notas finales

En este libro pudiste aprender tres lecciones con Marco Aurelio: la lógica no siempre tiene sentido, pero todo sucede por un motivo; la vida es demasiado corta para gastar el tiempo reclamando; y el único dolor que vas a sufrir es aquel que tú creas.

Solo tú puedes decidir tu destino y tus actitudes. Entiende tu papel en el mundo ¡y busca cumplirlo! No dejes que otras personas interfieran en tu camino; si alguien fue injusto contigo, no te vengues, ten empatía.

Consejo de 12min

¿Te gustó esta lectura? Creemos que te puede gustar el microlibro “La inutilidad del sufrimiento”. En esta obra el autor explica cómo superar nuestro dolor ¡y mejorar nuestras vidas!